Pero, qué bien se siente uno, cuando el camino se hace en compañía, a ritmo con las personas que están a nuestro lado.
Y, no te digo nada, cuando llevamos en nuestra marcha, al Amigo que nunca falla. Jesús. Todo resulta más agradable, se sonríe más, se da la oportunidad de ayudar y hacer el recorrido más atrayente, ligero, agradable.
Por eso, Amigo Dios, haznos caminar a Tu aire, contigo. Para que sepamos mirar, la vida, con optimismo, y demos respuestas generosas a lo que quieres de nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario