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La puerta de la sacristía de Ars




Si se conserva hasta hoy la sacristía y la iglesia del Santo Cura es porque el pueblo de Ars se opuso valientemente al proyecto de construir en su lugar la nave central de la basílica, como había sido proyectada.

En la pequeña sacristía, donde está el confesionario usado por el santo Cura para confesar a los hombres, se produjo la conocida y emotiva escena entre el P. Vianney y el Hno. Gabriel, cuando éste le llevo algunos ejemplares de su libro El Ángel conductor de los peregrinos de Ars, recientemente escrito. El Hno. Gabriel la narra así ante el tribunal de la causa de beatificación del Siervo de Dios: “Al día siguiente por la mañana, habiéndome visto en la iglesia, me hizo una señal para que lo acompañara; tenía un aspecto de aflicción y de severidad extraordinarias. Yo lo seguí hasta la sacristía, cerró la puerta y me dijo muy agitado y vertiendo abundantes lágrimas: “Amigo mío, no lo creía capaz de escribir un mal libro: -“¿Cómo pues?”, dije. – “Es un mal libro, es un mal libro. Dígame en seguida cuánto le ha costado y se lo reembolsaré, luego lo quemaremos”. 

Mi asombro era enorme y le pregunté de nuevo por qué ese libro era malo. “¡Es un mal libro, es un mal libro!”, replicó. 

– “Pero ¿por qué, Padre?”. -”Habla de mí como de un hombre virtuoso, como si fuera un santo, mientras que soy sólo un pobre ignorante, el más miserable de los sacerdotes”. 

– “Pero, Padre, yo he mostrado este libro a sacerdotes cultos; Monseñor Devie ha visto todas las pruebas de imprenta y ha dado su aprobación, éste no puede ser un mal libro”. Sus lágrimas continuaban aumentando. 

“- Pues bien, suprima todo lo que se refiere a mí, y entonces será un buen libro”. A mi vuelta de Ars, yo informé inmediatamente a Monseñor de lo que había pasado. 

“¡Qué lección de humildad nos da a usted y a mí este santo sacerdote!”, me dijo.

Mons. Devie había recordado al Hno. Gabriel varias veces la importancia de enraizar el crecimiento de las virtudes en la humildad. Quizá aquella lección del Santo Cura dada a ambos fuera la más eficaz.


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