Oración en los 150 años de la muerte
del Hermano Gabriel
Señor,
un día llegaste a nuestras vidas
por medio de un seguidor del hermano Gabriel.
Nos
revelaste el rostro del padre
y nos mostraste el espíritu de familia.
Experimentamos
tu amor,
descubrimos rostros necesitados de fraternidad
y nos sentimos enviados a la misión evangelizadora.
Aprendimos
a mirar a Nazaret,
y apreciamos el valor de lo cotidiano
en el amor, la oración y el trabajo.
Reconocemos
en la humildad
el camino de la sabiduría
que tu espíritu regaló a la iglesia
en la persona del hermano Gabriel.
Ahora,
al cumplirse 150 años
de su llegada a la “casa del padre”,
te pedimos que seamos fieles a su memoria
y comprometidos, con alegría y entusiasmo,
en la “evangelización de las culturas”.
Haznos
anunciadores del evangelio
y constructores de comunidades
fraternas, sencillas y cercanas.
Señor,
si es tu voluntad,
concédenos la gracia de la beatificación del hermano Gabriel,
y el gozo de continuar su carisma
como un don precioso para la iglesia.
Amén.
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