SI YO TUVIERA ENTRAÑAS DE MISERICORDIA
Señor, si yo tuviera entrañas de misericordia…
saldría de mi casa para encontrarme con los
necesitados;
de mi apatía, para ayudar a los que sufren; de mi
ignorancia, para conocer a los ignorados;
de mis caprichos, para socorrer a los
hambrientos;
de mi actitud crítica, para comprender a los que
fallan;
de mi suficiencia, para estar con quienes no se
valen;
de mis prisas, para dar un poco de mi tiempo a
los abandonados;
de mi mundo de seguridades, para acompañar a
los que viven perseguidos;
de mi pereza, para socorrer a quienes están
cansados de gritar;
de mi burguesía, para compartir con los pobres.
Señor, si yo tuviera entrañas de misericordia…
aprovecharía mi experiencia para ayudar a los
asustados;
mi ternura, para acoger a emigrantes y niños;
mi salud, para acompañar a enfermos y
ancianos;
mi ciencia, para orientar a los perdidos;
mi responsabilidad, para cuidar a los
abandonados;
mi rectitud, para buscar a los pródigos;
mi paz interior, para reconciliar a los enemigos;
mi amor, para acoger a los desengañados;
mi oración, para hacerme más hijo y hermano;
mi vida, para darla a quien la necesita.
¡Señor, dame entrañas de misericordia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario