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Los Hermanos de la Sagrada Familia, tus hermanos, te acompañamos en la preciosa tarea de hacer de tu vida una apuesta por Cristo y sus preferidos.

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Nazarene virtue: Participation


La virtud de la participación estuvo siempre presente en la vida de Jesús, María y José, desde el nacimiento hasta la muerte.
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The pattern of family life established by Mary and Joseph with Jesus sets a model for collaboration in mission characterised by acceptance of the Word of God made flesh and the plan of salvation, attention to each one’s growth, taking up tasks responsibly especially in times of difficulty, and participation in the mission of the community with the gifts and qualities of each one.

Nazarene Spirituality accentuates in the process of communitarian discernment an active participation in the dialogue.

The activities of the mission may be shared for the participation in:

·      The promotion of human values.

·      The dialogue between faith and culture.

·      The mission of the Church.

 

(Taken from: "The links which bring us together in Jesus, Mary and Joseph". Pags. 57, 72 and 73)


Virtud Nazarena: Mortificación

La mortificación, hoy.

Se trata de una virtud que hoy está “fuera de moda, que fastidia, incomoda. Es difícil hablar de ella. No se la entiende, ni se la acepta. Se rechaza la realidad de la muerte y todo tipo de ascesis, las autolimitaciones, el autocontrol. Hoy se cree que hay que dar libre curso a la satisfacción de los deseos y las necesidades humanas.

La realización humana y de la vida espiritual tienen dimensiones positivas, pero la naturaleza humana no es perfecta y siempre tiene necesidad de ser objeto de atención y de purificación, para recuperar toda su belleza y su dignidad.

Hoy:

- Se acepta la mortificación en vista de un bien mayor; se renuncia a una cosa buena para el logro de valores más grandes, para la realización de un “propio yo más auténtico”.

- Solo si se tienen en cuenta los objetivos que se buscan se acepta la mortificación. Solo teniendo a Cristo como objetivo esencial, se acepta renunciar a todo lo demás.

- Mortificarse es aprender a morir, es aceptar la lucha de cada día en razón de la realización de la propia vocación y la propia misión.

¿Cómo podemos practicar la mortificación?

- Estando disponibles para responder a las necesidades de los demás: poniendo a los otros en el primer lugar, antes que a nosotros mismos.

- Siendo fieles a los propios deberes, especialmente cuando son más difíciles.

- Trabajando con dedicación.

- Siendo fieles a los momentos de oración y de vida comunitaria.

- Siendo moderados en la posesión y el uso de los bienes materiales.

- Siendo disciplinados en el comer y en el beber, y evitando todo exceso de búsqueda y de satisfacción de las necesidades personales.

- Siendo moderados en los usos de los medios de comunicación.

- Evitando los privilegios y escapar de las exigencias vitales.

- Siendo moderados en el uso de la palabra, evitando la aspereza, aceptando la compañía de quien no nos sea simpático y no esté de acuerdo con nuestros puntos de vista.

- Gastando el tiempo propio en los momentos compartidos.

- Viviendo con generosidad los servicios de apostolado y de servicio, incluyendo el cansancio, las dificultades, las incomprensiones, aún más, la necesidad de trabajar juntos.


Adaptación del texto de Mario di Carlo, CM

Nazarene virtue: Loyalty

The Virtue of Loyalty has a lot to do with a person’s constancy, and fidelity to their word, to their consecration, marriage, and friendship etc… Well-placed loyalty survives difficulties. It endures setbacks, resists temptation, and does not cave into attacks. Loyalty engenders trust and preserves friendships.

The love, loyalty of Jesus, Mary and Joseph are the example for all the Christians. The Love of Jesus, the silence of Joseph and the example of Mary who kept all things in her heart, causes us to enter into the mystery full of faith and humanity of the Holy Family. Joseph remained loyal to Mary his wife. Mary remained loyal to her son and stood with him at the foot of the cross. And Jesus remained loyal the will of God. Sometimes when we are confronted with the cross we want to fight back or run away, but Holy Family teaches us to embrace whatever challenge is before us with unconditional trust in God who always leads us to life.

Loyalty is about being faithful to the Catholic Church, being faithful to God, being faithful to one’s vocation, being faithful to family, not losing one’s loyalty when it means you will suffer because of it. I will follow Jesus even when others do not. Jesus says that you prove your loyalty in the little things – keeping your word, arriving on time, being there for people. loyalty renews our strength and restores our faith in humankind. 

True loyalty is not being with the promise you made when you pronounced your vows, in your marriage. It is not being together but more over it is loving. Living without love for the people, work you do, it is not loyalty. Loyalty is to love and to be loved. Loyalty is like an eternal flame. Once enkindled by love, it cannot be extinguished.



Virtud Nazarena: Justicia

 JUSTOS COMO GABRIEL

¿Qué es justicia? A menudo pensamos en la justicia en términos legales, como en el sistema de justicia o alguien que es un juez de paz. Volviendo al Catecismo una vez más, encontramos la siguiente definición: “La justicia es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido” (C. 1836)

En nuestra relación con Dios, con un deseo ardiente por agradarle le rendimos honor en forma de amor, servicio y gratitud por ser nuestro Padre y Creador.

En relación con nuestro prójimo: Cristo nos ha dado el mandamiento del amor al prójimo. En este mandamiento está comprendido todo cuanto se refiere a la justicia. No puede existir amor sin justicia, porque el amor “rebasa” la justicia, pero al mismo tiempo encuentra su verificación en la justicia. Puede decirse que el sentido mismo de la existencia del hombre sobre la tierra está vinculado a la justicia.

La justicia es principio fundamental de la existencia y coexistencia de los hombres, como asimismo de las comunidades humanas, de las sociedades y los pueblos. En este terreno extenso y diferenciado, el hombre y la humanidad buscan continuamente justicia.


El Hno. Gabriel decidió devolver a Dios lo que había recibido de Él con la vida y con la gracia, consagrándose a Él con la profesión religiosa; recordaba 
aquel día: "su recuerdo me es muy grato y nunca se borró de mi corazón". (Positio, p. 808)

A su vez, esta justicia lo volvió enérgico y perseverante a lo largo de toda su vida: "luego se presentaron mil circunstancias para desviarme de mi vocación... hubiera preferido perder la vida. Por eso Dios, en su bondad, me sostuvo también en este momento y, por su gracia, moriré en ella". (Positio, p. 808)

Su apostolado consistía en dar a los demás lo que había recibido, especialmente el don inmenso de la fe. Cuando el interés del Instituto estaba en juego, sabía ser justo y fuerte al mismo tiempo, procurando salvar la caridad y la equidad. (RELACIÓN y VOTOS - Congreso especial sobre las virtudes del Hno. Gabriel. Celebrado el 11 de diciembre de 1990).

Por tanto, es necesario que cada uno de nosotros nos preguntemos:

- ¿Soy justo? 

- ¿Actúo con justicia respecto a mis hermanos… los cercanos y los lejanos, respecto de mi comunidad, de la sociedad de quien soy miembro... y respecto de Dios?

- ¿Colaboro con mis acciones personales en este proceso perenne y de vital importancia de la construcción esperanzada de un mundo más fraterno, y una sociedad donde se pueda vivir en un contexto de justicia, y más aún, donde que cada uno sea justo y actúe con justicia?

Nazarene virtue: Initiative

 


Each and every one we have initiatives. As human beings we have created with the capacity of developing the ideas we have. Some have more brilliant and great initiatives, others (most of us) have more simple and handy ones. The question we can ask ourselves is ¿what is the purpose of my initiatives?

We find in Mary one of the best examples of initiative. As soon as she knew her cousin was pregnant, she started her journey to help her. Joseph also had initiatives. For example, he took Jesus and Mary to Egypt so they could be safe from Herod. In the Bible we can discover how many others had initiatives according to the will of God. All these human initiatives contributed to make the history of salvation.

In the history of the Church, our community of faith, we can find also so many examples of initiatives of evangelization, of charity, of building the Christian community… For us Brother Gabriel is an example of listening to the will of God, discerning it with the help of others and to take the initiative. He founded a Congregation dedicated to serve others through education, catechesis, liturgical animation and all kind of good works.

All these examples can help us to reflect on the intentions and direction of our initiatives. Jesus in the Gospel always invited us to have initiatives to serve others. This criteria, whether our initiatives are for the good of others, can help us to discern if our actions are in the right track. We suggest you to read the Beatitudes (Mt. 5, 1-12) and to decide with initiatives you can do in favour of others.

Virtud Nazarena: Humildad

La humildad nos hace agradables a Dios, a los pobres y al prójimo.

Sabemos muy bien lo importante que es la virtud de la humildad en el servicio y en nuestra vida espiritual y comunitaria. Es una característica del verdadero creyente. Las referencias bíblicas y teológicas nos ayudan a actualizar y vivir mejor los aspectos de esta virtud en nuestra vida. Refirámonos en particular a algunos de estos aspectos. 

Cristo humilde: 

“Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29). Ahí radica el tema central de Cristo como modelo ejemplar para todos nosotros. ¿Cuándo y cómo Cristo ha sido humilde y nos ha enseñado la humildad? Pensemos en los momentos más importantes de su vida: la encarnación, su vida escondida en Nazaret, su pasión, su muerte, su presencia en la Eucaristía. Allí se concentra todo su camino de “abajamiento y de vacío” para hacerse en todo semejante a nosotros (Cfr. Flp 2, 5-8), para hacerse siervo no solo de Dios sino también de todo ser humano.


María, humilde sierva: 

La Virgen se da este título como un “nombre nuevo”, tanto en la Anunciación (Lc 1, 38), como en el Magníficat (Lc 1, 48). Así se manifiesta después en toda su vida, asumida en el silencio de Nazaret. Es precisamente la humildad de la Virgen la que atrae sobre ella la “mirada” misericordiosa y paternal de Dios, y la hace capaz de “cantar” el enaltecimiento de los humildes, ante la vanagloria de los soberbios y los poderosos (Lc 1, 51-52). 

El Hermano Gabriel Taborin: 

Podemos decir que él fue modelo y maestro de humildad: es lo que más nos impresiona como llamado a un estilo de vida inspirado en el carisma de familia. Tal como sucede en todos los santos, su enseñanza está precedida y acompañada del testimonio de vida, de los gestos y de las opciones que Gabriel hizo y vivió para conformarse al modelo de humildad que es Cristo mismo. 

Dimensión existencial de la humildad: 

La humildad es más admirada que imitada, porque a nadie le gusta que lo consideren poco o que lo excluyan. Pero esta perspectiva cambia si partimos del significado etimológico de la palabra; en efecto, humildad viene del latín Humus, que significa tierra fecunda, fértil. 

En consecuencia, humildad es fecundidad y no aridez, ser humildes es “ser tierra fértil”, aquella que produce los frutos del Espíritu; no quiere decir renunciar a la propia manera de pensar, de ver, de actuar. Equivale más bien a saber aceptar los propios límites y, al mismo tiempo, reconocer los dones de Dios en nosotros y en los demás. 

Humildad es preguntarse ¿Qué puedo dar a los demás? En realidad, todos hemos recibido dones que son irreemplazables, que debemos poner al servicio de los otros. Si traicionamos o renunciamos a nuestra singularidad y especificidad, no somos en realidad humildes, porque siempre será importante actuar en sintonía y en colaboración con los demás. 

La humildad consiste en aceptar la vida de manera transparente, con alegría, con entusiasmo, con el deseo de ponerla al servicio de los otros; y todo lo que hemos recibido debe ser madurado en nuestro terreno personal que, si es humilde, es también fértil. El orgullo en una persona humilde es una contradicción, tanto en este mundo, como delante de Dios. 

(Adaptación del texto de Mario di Carlo, CM)



Nazarene virtue: Hospitality

 

Hospitality means showing God's love to others



When Jesus began his public ministry, he was often to depend on the hospitality of strangers for meals and a place to rest. Not only did he use those meals as an opportunity to teach, but he also used the language of hospitality to describe God’s Love and his kingdom.

Christ’s commandment to love one another as he loves deepens the understanding of neighborly love with which the Jews were familiar. Jesus not only says, “Love your neighbor as yourself” but invites us to love as he loves: “This is my commandment, that you love one another as I have loved you. Greater love has no man than this, that a man lay down his life for his friends” (John 15:12–13). Christ includes even enemies when he says, “Love your enemies and pray for those who persecute you, so that you may be sons of your Father who is in heaven” (Matt. 5:44–45).

In the New Testament, when Paul calls on the early Christians to show hospitality to strangers, he links hospitality to Christ’s commandment to love, which is the New Law. Paul, perhaps thinking of Abraham, writes, “Let brotherly love continue. Do not neglect to show hospitality to strangers, for thereby some have entertained angels unawares” (Heb. 13:1–2). Paul’s encouragement of brotherly love implies that the distance between the foreigner and host can be bridged.

For the Christian, the stranger is also a brother or a neighbor who represents Christ and who also may be a messenger from God. In the story of the Good Samaritan, Christ broadens the concept of “neighbor” to define it more by actions than by proximity.