Las relaciones
interpersonales son el intercambio de información, sentimientos y percepción de
conductas y actitudes, trato entre los individuos, se refiere a la habilidad
que tienen las personas para resolver problemas que se pueden dar dentro de
dichas relaciones interpersonales.
Las relaciones humanas
pueden ser una gran fuente de disfrute, pero también de sufrimiento y malestar.
Nacemos en el seno de las relaciones sociales, vivimos en relaciones con los
demás y hasta después de la muerte nuestras relaciones sociales sobreviven,
incorporadas en el tejido social.
Las relaciones positivas
suponen habilidades de empatía, cooperación y compromiso por el bienestar de
los demás.
Las relaciones positivas son
todas las interacciones sociales que implican una reciprocidad de dos o más personas.
Poseer relaciones positivas supone que nos sintamos integrados socialmente, con
un importante apoyo de los otros y satisfechos con nuestras relaciones
sociales.
Las relaciones positivas
contribuyen a nuestro bienestar. Cuando las relaciones funcionan, estas
colaboran nuestro disfrute positivamente, promueven una mayor eficacia en nuestro
aprendizaje y en los distintos contextos en los que nos desenvolvemos.
Determinados rasgos positivos contribuyen al desarrollo de relaciones positivas, particularmente fortalezas interpersonales como el amor, la bondad, la inteligencia social; como fortalezas cívicas que conllevan una vida en comunidad saludable, tales como la ciudadanía, el liderazgo y la imparcialidad.
HABILIDADES SOCIALES
La aptitud social es la
competencia que determina el manejo de las relaciones. Esta aptitud considera
dos facultades: la empatía que es la capacidad de captar los sentimientos,
necesidades e intereses ajenos y la habilidad social que nos permite inducir en
otros las respuestas deseadas.
La empatía se subdivide a su
vez en:
- comprender a los demás (percibir los sentimientos
y perspectivas ajenos e interesarse por sus preocupaciones),
- ayudar a los demás a desarrollarse (percibir las
necesidades de otros y fomentarlas),
- orientación hacia el servicio (prever, reconocer y
satisfacer las necesidades del otro),
- aprovechar la diversidad (cultivar oportunidades a
través de diferentes tipos de personas),
- conciencia política (interpretar las corrientes
emocionales de un grupo y sus relaciones de poder).
Las habilidades sociales a
su vez se subdividen en:
-
influencia (poder persuadir),
-
comunicación (poder escuchar y transmitir mensajes
claros y convincentes),
-
manejo de conflictos (negociar y resolver
desacuerdos),
-
liderazgo (inspirar y guiar grupos e individuos),
-
catalizador del cambio (iniciar o manejar el
cambio),
-
establecer vínculos (alimentar las relaciones
instrumentales),
-
colaboración y cooperación (trabajar con otros para
alcanzar metas compartidas)
-
y habilidades de equipo (crear sinergia grupal para
alcanzar las metas colectivas).
La competencia Habilidades
Sociales se mide por las competencias de Influencia, Liderazgo, Desarrollo de
Otros, Gestión de Conflictos y Trabajo en Equipo.
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