ESCUCHA

  "Escuchad mi voz. Seguid el camino que os señalo, y todo os irá bien."
Escucha aquí y allá, trabajando, paseando, leyendo, cocinando, viajando, a los cercanos y a los lejanos, a los letrados y a los sencillos, a los mayores y a los niños a los queridos, a los menos e incluso a los odiados. Todo habla. En lo imprevisible, en lo imperceptible, Todo habla.

No está el mundo para muchos riesgos. Nos pensamos las cosas una y mil veces. Antes de dar una zancada preferimos un pasito, por si las moscas. Total, que hay mucha gente que nunca llega a ninguna parte. 

Estamos en tiempo de calzarnos las buenas zapatillas, esas que hacen que el camino sea más llevadero, las que nos llevan lejos, con el pie bien sujeto.

Ponte en marcha, da el PASO, permítete, sí, 

REGÁLATE UNA PASCUA,

una puede ser esta:

¡NO TE LÍES!

Mira que a veces nos complicamos la vida y que nos gusta liarnos con complicados libros de instrucciones.
Pues Jesús nos dejó un libro de instrucciones bien sencillo. Sólo un punto.
!Ánimo! ¡No te líes y síguelo!

A TU VERA

Eres como este árbol enraizado en fértil suelo, de gran porte, ancha copa, fresco, verde, que da flores y frutos en su tiempo. Que cobija bajo sus ramas pájaros y otros animales en busca de alimento, de sombra, de protección, de casa. Al que se le acercan niños juguetones, ancianos que pasean, parejas exultantes y que disfruta acompañándoles, riendo con sus bromas, preocupándose con sus problemas, compinchándose con sus confidencias y dándoles sombra.

¡Claro que lo eres!

Y todo gracias a ese río que fluye constante, silencioso, sin hacerse notar. Que refresca, nutre, acompaña.

¡Agradéceselo!, ¡Reconocelo!, ¡Mantente a su lado!

Cuando éramos pequeños nos gustaba soñar con ser súperheroes, salvar a la bella doncella, a quien estaba en peligro, a todo aquel que nos necesitara. Y al pasar el tiempo nos dimos cuenta que....bufff eso es de película.

Probablemente no tengas vocación de súperheroe, pero sí puedes tener vocación de servir a los demás, y es un sueño que lo puedes cumplir.

TRANSFIGURARSE

No importa la montaña de ropa que tengas, lo mal que huela, lo sucia que esté, que tenga manchas difíciles, fáciles, comprometidas...
  Todas acabarán saliendo con un programa sencillo, con un remojo, con agua fría o caliente, frotando más o menos...
  Y brillarán, estarán como nuevas, darán qué hablar.
  Cae en la cuenta de que necesitas un lavado, usa su jabón y sigue las instrucciones: confía, reza, confiésate, celebra con alegría la Eucaristía, desesclavízate, perdona, ama.
  Verás que resultado!