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OCTAVA DE NAVIDAD: ¿Y TÚ QUIÉN ERES? BUSCA TU ESTRELLA. PASTORES

¡Bua!! ¡Fue alucinante!! ¡Un tío vino del cielo… salió de la nada… menudo susto! Estábamos… bueno estábamos como cada noche tomando unos vinos, calentándonos al fuego, contando algunos chistes e historias inventadas… y ya te digo aquel pive salió de la nada… Era increíble súper limpio… con unas ropas espectaculares y menuda voz… era como potente y demás… Bueno el caso… voy al grano que me enrollo. Nos dice que ha nacido el hijo de Dios… en Belén… que iba a llamarse un tal Jesús y que bueno que mucha paz y demás para todos… y de pronto se va. Imagínate nuestras caras… finalmente, Salva, que es el más lanzado soltó el comentario… ¿de quién es el vino?? Porque yo prometo no beber más… pero si quieres saber lo que realmente nos hizo ir a ver aquello fue cuando tomó la palabra Jorge. Resulta que Jorge nunca bebe… Jorge nunca habla… Jorge es el tipo más mayor y más serio del grupo… Y dice… señores… hay que ir a Belén… bueno, no sé qué nos sorprendió más si la visión de aquel ser de otro planeta o que Jorge hablara… el caso es que fuimos… Yo he de confesar que más por curiosidad que por convencimiento… Es más, estaba seguro de que todo era una ilusión… de que nada iba a parecerse a lo que nos habían dicho… Bueno durante el camino hablábamos e imaginábamos, alguno incluso se reía y hablaba de la posibilidad de hacernos ricos con eso de ir a ver al Hijo de Dios… que nos daría un palacio a cada uno… Y cuando llegamos nos encontramos el percal… una chica jovencita un señor ya entrado en años… una mula… un buey… ¡jolín!! y un niño en un pesebre… ¿en serio? el tío aquel nos había tomado el pelo ¿no? ¿ese? ¿el hijo de Dios? Si claro y yo soy entonces gobernador de Judea… Bueno el caso es que no me lo creí… inmediatamente… Me iba a dar media vuelta y entonces lo sentí… alejarme del lugar… no sé, dejaba como un vacío en mi corazón… No sé muy bien por qué, pero sentí felicidad al estar en la presencia de aquella sencilla familia… A día de hoy no sé si era el Hijo de Dios o no… pero si sé lo que sentí en su presencia… y fue la paz esa que tanto nos deseó el hombre que nos dio el susto. Mi nombre es Jesé el subjefe de pastores… ¿Y tú quién eres?



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