¡Qué locura en la que nos metimos los 3! La verdad es que no estábamos muy de acuerdo en cómo abordar aquel hecho, ponernos en camino fue lo más difícil, cada uno opinábamos una cosa, y por otro lado estaba el tema de que teníamos que llevarnos con nosotros… No nos fuimos de vacío, es más se puede decir que íbamos demasiado cargados… en el camino tuvimos que desprendernos de mucho aquello porque si no no llegaríamos a tiempo. Cierto es que muchas cosas eran importantes, pero tan importantes como para no llegar a nuestra cita con el destino/ la historia… ¡DIOS!
Desde luego el camino no
fue fácil bien lo sabéis, salir de la zona de confort… (pero ¿qué os vamos a contar? Siendo cristianos
eso lo tenéis que tener superado ¿no?)
Hubo muchos momentos de
dudas la verdad y las señales no siempre fueron tan evidentes. El desierto
tiene algo muy curioso y es que te conecta con ese lado de pequeñez al lado de
esa inmensidad tan grande y a la vez te hace sentir único en esa eternidad de
arena. Creo que se puede decir que cada
uno de los tres conectamos con nosotros mismos… que hubo un proceso personal en
aquello que todos estábamos viviendo… Pero fue bonito también el compartir el
camino en compañía… es más, me atrevo a decir que, aunque las decisiones de cada
uno fueron personales, si no hubiéramos compartido el camino no habríamos
llegado tan lejos (cada uno aportamos lo mejor de nosotros y nuestro saber al
servicio del otro… algo parecido a lo que vivís vosotros en vuestras
comunidades y grupos ¿no?) Nosotros somos los Magos… ¿y tu quién eres?
No hay comentarios:
Publicar un comentario