Voy a ser sincera, ser
madre tan pronto no entraba en mis planes, y mucho menos el ser Madre de
aquella manera… porque muy probablemente sería madre soltera con todo lo que
ello implica. En ocasiones sentí vergüenza… si, parece raro…pero me avergonzaba
llevar la palabra hecha carne (a lo mejor alguna vez os habéis sentido igual
cuando habéis dicho que sois seguidores de mi hijo). Todo fue muy particular,
por mucho que ahora parezca, lo del Ángel fue más un susto que una alegría… ¡el
susto que me dio! ¡Buf!! Estaba convencida de que aquello me venía grande, y en
algún momento me rondó por la cabeza el NO, es más incluso después de todo
aquello pensé que habrá sido algo de mi imaginación. La convivencia en familia
era tan normal… que en algún momento me plantee que aquello había sido un
sueño, que nada sería real.
Fueron años muy duros los
primeros, varias veces nos mudamos… y bueno, que os voy a contar de la dureza
del final… Pero si os soy completamente sincera y haciendo balance… MERECIÓ la
pena o como decía mi hijo fui muy DICHOSA.
Cuando me analizan en la
actualidad he de decir que a veces arrugo un poco la frente diciendo… pero…
¿que se creen? Mi Hijo, sí, era Dios, pero yo era una persona normal, del día a
día, de ir al mercado, conversar con mis vecinos, ayudar en mi casa a los míos…
Vamos que tenía los problemas y la vida de alguien como vosotros. Es verdad que
di un SI que no era fácil, pero estoy seguro que vosotros también tenéis
momentos parecidos… agarraros a ellos, a esos momentos difíciles en los que
vuestra respuesta fue un SI. No tengáis miedo… entregaros y sobre todo ser
fieles a vuestro corazón, el miedo es la herramienta para crecer, cualquier
decisión tomada que no conlleve un riesgo, en la que no nos de miedo… suelen
ser elecciones fáciles y vacías. Miedo da ir contra corriente, apostar por el
mensaje, hacerse catequista, preguntarse qué me pide Dios, creer que Dios
espera mucho de mí porque a quien Dios dio los talentos tiene la obligación y
la responsabilidad de ponerlos al servicio. Yo soy María y di un si aunque
tenía miedo y no estaba segura… ¿y tú quién eres?
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